Dura Lex/Hard Laws
Dura Lex
Soñé que estaba muerto, muerto, pero muerto,
en una inmensa estepa, gélida y desolada,
bajo el dosel nocturno de las sombras
en un país de nieblas perpetuas y fantásticas.
Frío de eternidades en los labios,
polvo de olvido sobre el alma pálida,
envuelto en telaraña de Misterio.
Mis manos enlazadas
en hipnótico éxtasis de muerte
terriblemente quieto. Desolación y calma.
Sobre mi cuerpo congelado, en copos
del Tiempo descendían muchas lágrimas.
Mi cuerpo era una momia, insomne esfinge,
sombra hecha carne, luz petrificada,
un dolor hecho nieve,
una muerta esperanza!
El Misterio enlutado
como extraño fantasma
dejó caer sobre mi cuerpo inerte
sus rosas marchitadas!
Y de repente abrió su espléndido abanico
una aurora boreal. Después mi alma
se levantó del cuerpo como sale
la mariposa azul de una crisálida,
y empezó a caminar por la amplia estepa
hacia el gris horizonte, hacia otra alba,
y se perdió en el confín lejano
como una luna vaga.
Luego miré en mi sueño
que en una humilde casa
nacía yo entre sollozos,
entre gozos y lágrimas!
Y ví claro el misterio, y era
que en la vida pasada
para vivir en ésta me había muerto.
¡Era la dura ley! ¡La ley sagrada!
¡Era la ley: para vivir, la Muerte!
La ley fija, inflexible, necesaria!
Para los vuelos de la mariposa
a muerte de crisálidas!
¡No hay rendición sin cruz y sin calvarios!
¡Hay que morir para que viva el alma!
Hard Laws
I dreamed that I was dead, dead, but dead,
on an immense plain, frozen and desolate,
under the darkling night canopy
in a land of perpetual clouds of fantasy.
The cold of eternities on my lips,
the dust of oblivion on my pale soul,
wrapped in the web of The Mystery.
My folded hands
in the hypnotic rictus of death
terribly still. Desolation and calm.
On my frozen body endless tears
fell in flakes of Time.
My body was a mummy, a sleepless sphinx,
a shadow made flesh, petrified light,
a pain made snow,
a dead hope!
The Mystery in formal mourning
like a strange ghost
let fall his withered roses
on my rigid body
And suddenly he opened his splendid fan;
a glorious aurora borealis. Then my soul
rose from my body like a
blue butterfly emerging from a chrysalis,
and started walking through the wide plain
towards the gray horizon, towards another dawn,
and lost itself in the farthest bourns
like a vague moon.
Then I saw in my dream
in a humble house
myself being born between moans
between sobs and joys and tears!
And I saw the mystery clearly, and it was
that in a past life
to live in this one I had died.
It was the hard law! The sacred law!
It was the law: to live, Death!
The fixed, inflexible, necessary law!
For the flights of the butterfly
the death of the caterpillar!
There is no surrender without a cross and without calvaries!
One must die for the soul to live!